A través de fotografías he realizado dos retratos que hoy comparto aquí.
Un retrato al oleo de una niña y otros retratos al oleo de mi hija.
Ambos cuadros han sido realizados para regalar, un bonito detalle y original que aporta el valor añadido de estar regalando algo que posee valor artístico.
-
-
Retrato al oleo de una niña
Dos cuadros al oleo de dos retratos de diferente formato y tema realizados a través de fotografías . El primer cuadro de una niña vestida de blanco es un encargo que he realizado a partir de una imagen que he recibido.
Una niña mira de frente con la expresión tan alegre que caracteriza a los niños que me ha encantado trabajar en este cuadro, siempre es algo muy gratificante ya que reflejar ese espíritu de infancia que habita en los niños es un privilegio.
El cuadro está realizado con una técnica de pincelada pequeña y alargada y que se va componiendo poco a poco hasta formar el cuadro por completo con esta pincelada que en este caso se aprecia poco a menos que se amplíe la imagen y se aprecie lo que comento ya que en el cuadro predominan los colores blancos y los grises y la pincelada no se hace tan evidente como en los siguientes cuadros realizados que expongo a continuación.
-
-
Retrato de mi hija Jimena en su primera versión.
-
-
Retrato al oleo de mi hija en su segunda versión.
El siguiente cuadro que muestro con diferentes colores se trata del mismo cuadro pero con dos años entre medias. A la izquierda el primer cuadro con el fondo amarillo se trata de la primera versión que pinté de mi hija.
Quería pintarla con ese gesto que es tan propio con la cabeza algo ladeada y quizás con timidez. Pero pasado el tiempo vi que quería cambiar el fondo y la pincelada ya que mi modo de pintar había cambiado y debía cambiarlo.
Hay a veces que los cuadros no maduran ante nosotros como queremos y necesitan más trabajo. En este caso lo que quería hacer a diferencia del anterior y se un trabajo más personal, es decir hacer un retrato no convencional y hacer algo más propio y personal.
De ahí que la pincelada en este cuadro sea más impresionista casi puntillista a diferencia de la primera versión. La composición y la mirada es la misma pero a nivel técnico cambió bastante.
Creo que no hay que tener miedo ni ser muy conservador cuando hacemos algo personal y cuando se trata de nuestro modo de ver a un ser querido como lo son nuestros hijo de modo que hay que hacer lo que uno realmente desea hacer y olvidarse de prejuicios.
Ahora estoy contento con el resultado.