Cuadros en acuarela de un paisaje y una escena urbana
No hace mucho que he terminado dos cuadros en acuarela de dos paisajes de Madrid muy distintos entre sí. Se trata de un paisaje urbano por un lado y de un paisaje de montaña por otro. Ambos realizados con la técnica que suelo utilizar cuando pinto con acuarelas destacando al luz que hay en cada cuadro.
El primer cuadro es una vista de Madrid desde el lago de la Casa de Campo, un lugar al que muchos madrileños suelen acudir a realizar algún deporte o bien a pasear. Se contempla una vista muy bonita de Madrid. Se trata de un cuadro con una luz muy clara de mañana, quizás de una mañana de otoño o de invierno en la que se puede contemplar árboles sin hojas excepto los pinos y el color gris y azul muy claro predomina en toda la acuarela. El cielo y las nubes hacen que el ambiente sea más claro sumiendo a la ciudad en una neblina propia de esta época por las mañanas.
Por otro lado está el paisaje de la Sierra de Guadarrama, porque Madrid aparte de ser ciudad también es motaña y paisaje y a pocos kilómetros de la gran ciudad podemos encontrar lugares que aún a día de hoy permanecen inalterables. Esto es peculiar y a la vez cuesta creer a otras personas de otras provincias ya que la ciudad lo canibaliza todo y cuando decimos Madrid nos viene a la mente una gran ciudad pero no es así ya que como muestro en este segundo cuadro se puede apreciar al cumbre de La Maliciosa, una montaña muy bonita que adquiere su nombre debido al trabajo que cuesta coronar la cima.
La luz del otoño envuelve esta acuarela de tonos ocres y dorados que se proyectan sobre la montaña bajo un cielo lleno de nubes grises y azuladas. Es realmente espectacular el poder ver este tipo de escenas en la montaña y poder retratarlo.
Lo que me apetecía desde un momento era pintar una pareja de acuarelas del mismo tamaño de lugares cercanos entre sí pero con grandes diferencias.